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MEMORIAS SOBRE MIS PRÁCTICAS DE RESIDENCIA EN EGB3

MEMORIAS SOBRE MIS PRÁCTICAS DE RESIDENCIA EN EGB3

 

ALUMNA: Mariela Elisa Saile

ESCUELA: 4-128 Adolfo Pérez Esquivel

CURSO DE RESIDENCIA: 9° 2º turno tarde

ESPACIO CURRICULAR: Educación artística: Comunicación Social

PROFESORA A CARGO: Prof. Mariela Saile

TUTOR: Prof. Graciela Mercado

 

Introducción

"Los chicos tienen que llegar a la escuela con los bolsillos llenos, no vacíos, y sacar sus conocimientos para trabajarlos en el aula. (...) El trabajo empieza dando la palabra a los niños”.[1]

 

Inicio mis memorias citando a Francesco Tonucci porque hace un poco más de tres años él se convirtió en el pilar de mi tesis de Licenciatura en Comunicación Social. Lo retomo hoy nuevamente porque aún son constructivos sus aportes para mi tarea docente, que estoy llevando a cabo en estos días y que justamente en aquella época no pensaba realizar.

 

Admito que mis memorias tienen un fuerte contenido obtenido desde el recuerdo más que de la objetivación. En la puesta en comparación de ambas aproximaciones prevaleció la construcción desde la memoria, desde la experiencia, desde el efecto residual, de lo que me dejaron las prácticas una vez finalizadas. Además quiero darle el lugar a la memoria porque he trabajado durante muchas semanas en la construcción de los portafolios, que dan cuenta de mi tarea de objetivación de cada uno de los materiales empleados en clase y las estrategias de enseñanza de los temas planificados. Al traer sobre estas líneas lo sucedido durante la intervención, no hay más que “asomarse” en el enorme portafolio para poder encontrar cada uno de los documentos trabajados.

 

¡Acerca de la escuela elegida y su curso!

 

 El punto de partida para construir mi memoria es el proceso de elección de la escuela y el aula para mis prácticas de residencia. En un primer momento mi elección estuvo un tanto condicionada por los horarios disponibles de los profesores tutores, ya que en un principio tenía en mente realizarlas en otro colegio (que fue donde inicié mi tarea docente). Ante la imposibilidad de poder hacerlas allí, tenía como segunda opción la escuela 4-128 Adolfo Pérez Esquivel, institución céntrica, de pocos alumnos, y en dónde tenía un hermoso curso para trabajar esta instancia. Sin embargo algo me frenaba y eso se debía a un episodio que debí enfrentar a nivel institucional porque haber “desaprobado” a muchos alumnos en el primer trimestre. Durante un tiempo, relativamente largo, recibí constantes visitas del departamento psicopedagógico para evaluar mis clases, mis temas, las formas de darlos, etc. Así las cosas, temía un NO rotundo o muchas barreras para poder iniciar mis prácticas en el establecimiento. Felizmente, la directora, Olga Kotik y la Regente aprobaron sin problemas la realización de mis prácticas en el lugar y me dijeron que “la escuela recibe siempre a los practicantes, muchos estudiantes las han hecho en esta escuela”. A partir de allí el panorama cambió, también aceptaron a mi pareja pedagógica (Maria del Carmen Villalba, de ahora en adelante Maricarmen) y coordinaron todos mis horarios para poder realizar las observaciones previas, tanto mías como de mi compañera. Sinceramente puedo decir que no tuve ningún inconveniente durante las semanas de prácticas y sentí una gran comodidad durante su realización en ambos cursos (EGB3 y Polimodal). Por otra parte, la escuela ofrecía todas las condiciones para realizarlas: las aulas eran amplias y con espacio para trabajar, había tecnología para poder utilizar ese recurso en clase, la escuela era  céntrica (ubicada en calle San Juan al 451 de ciudad) y lo más importante, los chicos se “prendieron” en ayudarme en mis prácticas... ¡PORTÁNDOSE BIEN!

 

Mis silenciosos alumnos del 9° 2°

 

Como se puede evidenciar en el primer apartado, realicé mis prácticas en un curso que tomé a principio de año en cargo suplente. Teniendo experiencia con los alumnos en su rendimiento y conducta (y a pesar de que en principio no pensé en hacerlas allí), desde el momento en que les comenté sobre la tarea que debía realizar, en la que me convertía en alumna como ellos, los chicos colaboraron un 100% durante el mes completo. En primer lugar indagaron durante varias semanas que quería decir eso de “hacer las prácticas con ellos en el curso”. Entre otras cosas me preguntaban que si yo era profesora porque me tomaban examen; quién iba a venir a evaluarme; sobre mi compañera; si lo que iba a hacer tenía relación con una grabación que había hecho meses antes, (aclaro que antes de las vacaciones hice un registro denso de esta clase justamente para la materia de Didáctica  y Curriculum. En aquella oportunidad los chicos hicieron completo silencio para que se “grabara” bien la clase); qué pasaba si desaprobaba, etc. Con este panorama, ya más tranquila inicié el camino de la residencia…

 

La observación de clases: ¡¡¡los chicos se portaron re mal!!!!

 

Justamente, por ser docente del curso tuve que hacer la observación de clases en otro espacio curricular diferente del mío. Elegí observar la clase de Ciencias Naturales, a cargo de la Prof. Gabriela Vargas, con quien me hice cercana en los recreos, ya que, como mencioné en la observación institucional, los docentes más antiguos son un tanto cerrados a los nuevos integrantes y no sentí la confianza necesaria para de pedirles alguna de sus horas para la observación. Además, las horas de Ciencias Naturales estaban justamente antes de las mías, lo que me facilitaba por un lado la coordinación de los horarios, y por el otro me permitía evaluar en qué condiciones estaban mis alumnos antes de mi hora con ellos. La Prof. Vargas aceptó sin ningún tipo de reparo que observara su clase, lo que por supuesto…facilitó mi tarea.

 

La observación de clase se produjo el 14 de septiembre, dos semanas antes del inicio de las prácticas. La clase en sí fue muy interesante, la temática versaba sobre los cromosomas, los genes, y los alelos, que son las características físicas de las personas que determinan los genes una vez producida la fecundación, entre otras cosas. La primera parte del módulo estuvo destinada a que los chicos terminaran un práctico que venían realizando desde hacía un par de semanas, y en la segunda parte se llevó a cabo la revisión del mismo. Como dije, el desarrollo  de contenidos de la clase fue muy interesante, la profesora utilizó todo el pizarrón para graficar y ejemplificar el tema, mientras los chicos se valían de las fotocopias y los libros para completar las consignas. Sin embargo, si analizo la conducta de varios de los alumnos (y por momentos de todos ellos), noté amplias diferencias con su manera de comportarse conmigo en clase, pues, salvando las diferencias de los temas que damos cada una (sólo coincidimos en la transmisión de las señales de un emisor a un receptor), los chicos estaban muy bulliciosos e inquietos, todos de pies, hablando fuerte, etc. lo que impedía el normal desarrollo del tema; además de estar pendientes de lo que yo anotaba o no, y de dirigirse a mí para preguntarme sobre cosas de ¡mi materia! Esta situación me llevó a preguntarme si era yo muy estricta con ellos, si me tenían miedo, o si simplemente les gustaba el espacio curricular.

 

La preparación de la primera clase: la elección de los contenidos a dar

 

Fue un tanto complicado decidir que dar en la primera clase y subsiguientes. En realidad el problema venía estaba desde hacía un tiempo, porque con mi compañera deseábamos empezar la práctica lo antes posible, pero había varios inconvenientes que lo impedían: por un lado porque para septiembre estaba terminando el segundo trimestre y era imposible empezar durante las clases de repaso y evaluación; en segundo lugar porque al ser la clase los días lunes, en el calendario había dos fechas sin actividad: el 21 de septiembre y el 12 de octubre. El tema de los feriados caídos en lunes, más la gripe A afectó en demasía el dictado normal de las clases, atrasó la planificación general y por ende debimos hacer un enorme esfuerzo para la planificación de los temas, que quedaran acordes con los que se venían dando hasta el momento, y que luego de las prácticas me permitiera cerrar el trimestre de la mejor manera posible.

 

Dadas estas condiciones decidimos empezar por un tema que no había dado en el primer eje (aunque si lo había planificado): las características de los medios masivos de comunicación y una actividad de integración del tema. Además planificamos la realización de un repaso de dos temas del primer trimestre: esquema alternativo de comunicación y tipos de comunicación. Ambos temas eran necesarios para enlazar estas características y para luego relacionarlo con el diario (el tema más fuerte de la práctica). Para la realización de la primera clase, decidimos trabajar con materiales de muchos colores y texturas (goma eva, cartulinas, afiches, etc.), lo que me valió el título de ¡“maestra jardinera” para Graciela!

 

El repaso del esquema alternativo de comunicación y los tipos de comunicación lo hicimos a través de piezas de goma eva, que pegábamos y despegábamos según fuera necesarios. Esta explicación fue oral, pero los chicos la copiaron en su carpeta a modo de introducción para las dar las características de los medios masivos. Cada una de las características de los medios masivos las acompañamos con imágenes que las graficaran, de modo tal que los chicos registraran el suceso a través de lo verbal y visual, esto último a lo que están más que acostumbrados. Por último preparamos una guía de actividades para las tres clases, pero que decidimos entregar en forma completa en la primera clase, sabiendo que los chicos la recibirían de buena manera, en primer lugar porque era “gratis”, en segundo lugar porque debían cuidarla hasta la finalización de la práctica. El aporte de nuestra tutora Graciela Mercado fue muy significativo ya que nos brindó ideas para dar la actividad de las características de los medios masivos para lograr que los chicos participaran de la mejor manera, y que se pudiera dar un cierre claro del tema, pues sería la única vez que lo verían.

 

La primera clase: la doy yo primero, ¡por si acaso!

 

Decidir quién daría la primera clase de las prácticas también fue un tema que discutimos conjuntamente con Maricarmen y Graciela. Primero decidimos que empezaría Maricarmen, luego yo y la última sería entre las dos. Después de la observación de clases de Maricarmen, decidimos que sería primera, ella segunda y la tercera entre ambas. Finalmente, luego de analizar los contenidos y su orden de importancia, decidimos que yo daría la primera clase (para que mi compañera tuviera oportunidad de verlos y analizarlos con mayor detenimiento), la segunda la daríamos entre las dos (porque estaba planificado el tema más teórico y por lo tanto extenso), y la tercera Maricarmen, en el cierre. 

 

La primera clase fue muy positiva en lo referido a los contenidos y la conducta. Los chicos, cómo expresaba Graciela, “fueron unos santos”, ya que estuvieron en silencio desde nuestra llegada, se callaban entre ellos, pero llegado un punto, era tal el silencio…¡¡que casi no participaban!! Por lo tanto, si bien pude dar todo lo planificado para la clase, hablé demasiado y respondí todo ¡yo!, aunque los chicos me escucharon atentamente y copiaron todo tal cual indiqué. Sin embargo, para la actividad final sobre la sopa de medios, los chicos hicieron participaron activamente y ordenadamente pasaron al pizarrón a completar la consigna para poder hacer la puesta en común.

 

Quiero destacar en este punto a un alumno en particular Pablo Marinozzi, quien durante las tres clases aprendió y aportó de manera maravillosa a la clase. En los tres módulos de práctica, Pablo interiorizó y comprendió de tal manera los conceptos que respondía acertadamente cada una de las preguntas y consignas, sobre hechos históricos, etc. Este aporte permitió en gran medida el avance de la clase, y evitó los tan molestos silencios” o “cric-cric” entre pregunta y pregunta que realizábamos al resto del grupo.

 

La segunda clase, que dimos conjuntamente con Maricarmen,  trató, por un lado, sobre la historia de los medios gráficos en el mundo, Argentina  y Mendoza. Para la contextualización utilizamos diversas líneas de tiempo, en colores y con los hechos más sobresalientes de cada época. Los chicos, a su vez, tenían en sus bancos dos documentos de la historia de los medios gráficos que iban leyendo a medida que se producía la explicación. Por otro lado, explicamos el esquema de comunicación mediática,  un tema bastante abstracto y que surgía como profundización del esquema alternativo de la comunicación. Para darlo decidimos utilizar cartulinas con cada fase, y para la práctica realizamos una actividad que denominamos “rompecabezas mediático”, para el que recurrimos a un amigo diseñador que se tomó el trabajo de redibujar las partes, luego las imprimimos y plastificamos. Realizamos seis juegos de rompecabezas: cada una de las partes representaba un momento de  las fases del esquema (producción, circulación y consumo) y ellos debían ordenar el proceso cronológicamente. Nos pareció la forma más didáctica para que los chicos comprendieran el tema que era bastante abstracto. A los chicos les encanto la actividad, más aún cuando lo planteamos como una competencia para sacarse un 10: ese incentivo agilizó muchísimo la tarea.

 

En la última clase, dada por Maricarmen, planificamos trabajar íntegramente con las características de los diarios impresos. Para ello, escogimos 12 diarios locales y nacionales y utilizamos la última parte de la guía de actividades, que consistía en la comparación de las tapas de los diarios  de un mismo día. Con esta actividad los chicos pudieron trabajar cara a cara con diarios que en la mayoría de los casos no conocían de cerca, a los sumo sólo de nombre; tuvieron oportunidad de abrirlos, leer lo que más les interesaba, romperlos un poco (¡eso pasó!), etc. pero con la satisfacción de poder hacer la comparación solicitada.

 

En general, las tres clases las dimos tranquilamente, sin grandes imprevistos, no nos sobró ni faltó tiempo, sólo en la última clase faltó una actividad de comparación de diarios con revistas, que por supuesto retomé, ya sola,  luego de las prácticas. En cuanto  a los materiales utilizados, fueron muy provechosos. Después de las prácticas los utilice satisfactoriamente en otras clases y con otros alumnos, lo que dio cuenta de que fue una buena propuesta y que ¡valió la pena tanto esfuerzo!

 

A modo de cierre quiero decir que la modalidad de nuestra propuesta de trabajo para toda la residencia fue la de trabajar un 50% en la parte teórico – expositiva y otro 50% trabajar la parte práctica, con el objetivo de afianzar los contenidos a partir de la manipulación de los materiales y su particular punto de vista.

 

Con nuestra tutora, por muchas semanas

 

Graciela Mercado fue nuestra tutora para las prácticas de residencia de EGB3, y también tutora de Maricarmen en sus prácticas de Polimodal. No obstante, observó también mi primera clase de polimodal (que luego continuó Gustavo Gálvez), por lo que pasamos mucho tiempo juntas. En todo este proceso, que duró más de un mes, pudimos consultar hasta el hartazgo a Graciela, fuimos pieza fija todos los miércoles, prácticamente una ¡pesadilla!, pero pudimos salvar todas nuestras dudas, aunque a medida que pasaba cada clase íbamos ganando confianza en la propuesta de trabajo y de materiales, lo que a su vez facilitaba la tarea de Graciela. Nuestra comunicación a lo largo de todas las prácticas fue tanto vía mail, mensajes de texto, llamadas y como en persona durante la clase de consulta.  Esta última modalidad fue la más productiva, ya que pudimos revisar todo el material y manejarnos perfectamente con los tiempos de cada clase, lo que nos permitió darlas sin contratiempos. En cuanto a las devoluciones, nunca fue una instancia definida y formal, en realidad revisamos en la consulta y resolvíamos todo en ese momento, por lo que me atrevo a pensar, que quizá ¡no estaba todo tan mal!

 

A modo de cierre: mi pareja pedagógica

 

En este apartado quiero mencionar, aunque no lo pide, el trabajo con mi pareja pedagógica, pues toda la tarea se facilitó para ambas residencias. Con Maricarmen nos conocemos desde fines del 2000, así que podrán imaginar que nos conocemos 100% la forma de hacer ¡TODO! Desde el ingreso  a la facultad, durante el cursado, el trabajo de tesis y actualmente en el ámbito laboral hemos trabajado juntas; damos clases en el mismo colegio; compartimos las experiencias de clases y los materiales; nos damos ideas la una a la otra cuando nos va mal en alguna clase; estamos acostumbradas a dar exposiciones juntas, y un largo etcétera, por lo que realmente nos entendimos perfectamente en las tres clases, y no hubo discusión alguna en ninguna de los temas planificados. Es más, no necesitamos ni siquiera ensayar lo que cada una iba a decir, pues ya conocemos nuestros silencios y nos respetamos en cada intervención aportada en el curso. De más está decir que agradezco haber tenido esta experiencia con ella, pues nos dimos la oportunidad de vernos y aprender la una de la otra, de corregirnos, de felicitarnos, y ¡muchas cosas más!

 



[1] Cita extraída de libros de Francesco Tonucci, pedagogo italiano.   

 

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