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MEMORIAS SOBRE MIS PRÁCTICAS DE RESIDENCIA EN POLIMODAL

MEMORIAS SOBRE MIS PRÁCTICAS DE RESIDENCIA EN POLIMODAL

 

 

ALUMNA: Mariela Elisa Saile

ESCUELA: 4-128 Adolfo Pérez Esquivel

CURSO DE RESIDENCIA: 1° 2º turno mañana

ESPACIO CURRICULAR: Comunicación Organizacional

PROFESOR TITULAR: Prof. Alberto Parola

TUTOR: Prof. Gustavo Gálvez

 

Introducción

“El profesor no es el saber sino el mediador del saber”.[1]

 

Mis memorias de polimodal requieren de un tiempo de reflexión y reconstrucción de los momentos vividos, ya que luego de tres años de no dar clases en 1° de polimodal, retorné para hacerlo justamente en mis prácticas de residencia. Fue todo un desafío desempolvar material que había utilizado un tiempo atrás, y otro tanto de documentos que encontré y guardé a la espera de necesitarlos. Llegó ese día, y aquí me encuentro, contando mi experiencia en un lugar que ya es conocido para mí, la escuela Adolfo Pérez Esquivel, aunque vale decirlo, el turno de la mañana es diferente del de la tarde, como si fueran ¡dos escuelas diferentes!

 

Al igual que en mis memorias de EGB3, advierto que estas hojas las he trabajado también desde el recuerdo más que desde la descripción de los materiales, o sea que es una construcción subjetiva de mi experiencia, aunque no por ello menos veraz y fiel de lo que realmente ocurrió.

 

Por el curso elegido - 2° parte-

 

La elección del curso para realizar mis prácticas de residencia merece una mención especial. Nuevamente fue todo un conflicto decidirme a hacerlas en esta escuela (ahora me pregunto por qué si fue tan positivo) y en alguno de sus primeros años  (4 divisiones en total). El primer conflicto partió de que no era ningún curso que estuviera a cargo, por lo que no conocía la clase de alumnos con los que me encontraría. Previo a esto, había tomado horas en un 3° de polimodal de otra escuela, en la que sólo tenía 7 alumnos (¡ahora son 6!),  y estaba en dudas de realizarlas allí, por el tema de las estrategias de enseñanza con ellos, etc. Cuando finalmente me dije que las haría en esta escuela, resultó que no coincidían los horarios con los profesores tutores, por lo que debí empezar la búsqueda nuevamente. Un tiempo atrás, en las mesas de julio, había tenido la oportunidad de conversar con el Prof. Alberto Parola, comunicador social a cargo de 7 cursos de los 9 que hay en la escuela para el área de comunicación. En aquella charla me animé a preguntarle si tendría inconveniente en “prestarme” algún primero para hacer mis prácticas de residencia (lo pregunté por si acaso, pero en realidad no tenía intenciones de hacerlas allí). Alberto me contestó que no habría problema, siempre y cuando respetara los temas del programa durante la práctica.

Teniendo en cuenta que no podía hacer las prácticas en el curso que yo quería, decidí volver a su ofrecimiento de horas. Ante mi pregunta: “¿cuál de los 4 cursos me recomendás para hacer las prácticas?” Alberto me respondió: “Mirá, en 1° 4° que se da los días viernes, vas a trabajar tranquila, no vas a tener problemas”. Con esta respuesta me quedé tranquila y planifiqué mi observación de clases para la próxima semana. Cuando creía que todo estaba encaminado Graciela me comenta que otra de nuestras compañeras de prácticas (tocaya mía, Mariela Reynaud) no podía hacer las prácticas otro día que no fuera el viernes, justamente en el horario que yo había elegido de clases, y ¡justo también en el curso de la misma escuela! Ante este panorama me llené de dudas, porque de los otros 3 cursos que le quedaban al profesor, el único que coincidía con los horarios de alguno de los tutores era el de los lunes a las 8 de la mañana, y era justamente el curso que otro profe del turno mañana no me había recomendado. Entonces le pedí a Graciela que me permitiera observar a ambos cursos (1°2°, “el malo” y 1°4°, “el bueno”) para poder decidirme, ya que no quería que me fuera mal con los chicos, pero tampoco quería dejar sin posibilidades a mi compañera del profesorado. Así fue que visité la escuela en más de 3 oportunidades para “ver” los cursos. Primero observé el “bueno” y me pareció sumamente apagado, quizá porque justamente había faltado la mitad del curso, pues  era el día posterior al festejo por el día del estudiante. Luego de observar este curso me dirigí a observar el curso “malo” y la profe que estaba a cargo me comentó todo lo contrario al anterior profesor: “…si querés lucir tus clases hacelas acá, que los chicos se van a pelear por participar…”. Con más dudas que certezas salí del curso y me encontré con la jefa del departamento de orientación psicopedagógico, quien me reiteró las virtudes del 1° 2°, y me convenció para hacerlas allí…

 

La interacción con los chicos desde la observación a las prácticas


Luego de las peripecias vividas para elegir el curso de mi residencia, me dispuse a hacer la visita formal para la observación de clase (en realidad fue como la tercera visita al curso). Realicé la tarea el 28 de septiembre a las 8 de la mañana (esa tarde empezaba las prácticas en 9°) y me llamó la atención que nuevamente faltaran tantos alumnos, alrededor de 8, que es bastante considerando que el curso tiene 31 alumnos. Esta situación de inasistencias se repitió también durante las 4 clases de prácticas, por lo que trabajé con alrededor de 25 alumnos por vez, aunque rotaban cada clase, lo que dificultó que algunos se engancharan en el tema que se estaba dando. Es más, debí presentarme las cuatro clases porque siempre había algún alumno que no había venido la clase anterior.

 

La clase se desarrolló de manera bastante tranquila. Con Alberto previamente habíamos arreglado que yo daría los conceptos de comunicación externa, identidad e imagen, y soportes publicitarios, entre otros. Con este arreglo previo, Alberto hizo una muy positiva introducción a lo que yo daría, respetando de no dar nada de lo que habíamos coordinado dar en mi primera clase. El tema dado fue: contextos socioculturales, políticos y económicos de la comunicación externa, un marco sociológico y de perspectiva crítica, que de alguna manera definió un tanto la mirada con la que debí encarar las siguientes clases.

 

Para dar el tema el profesor se valió de un texto de Pacho O’Donell y luego de la exposición oral. Además hizo un repaso del modelo semiótico de comunicación, y relacionó la temática del consumo actual con el contexto histórico del país. Luego de la exposición oral, los chicos realizaron una actividad escrita a modo de cierre del tema. Esta actividad fue leída en forma oral por los grupos y se hizo el cierre del tema para introducir lo que daría yo en la próxima clase.  Durante la clase sobresalió un alumno que hacía reflexiones muy interesantes en torno al tema que inició el profesor, pero lamentablemente estuvo en una o dos clases mías, por lo que se sintió la ausencia de sus aportes.

 

Debo aclarar que la interacción al inicio de las prácticas fue un poco pobre, los chicos no participaban demasiado. Eso, sumado a la situación de las inasistencias, y quizá un poco de vergüenza ante mi presencia, apagó un poco las estrategias. No obstante, en la última clase logramos acercarnos en lo que considero una verdadera relación de docente – alumno. Lástima que fue la última clase…

 

El contenido escolar: demasiados temas e ideas, poco tiempo…

 

Uno de los problemas centrales que debimos enfrentar con mi compañera Maricarmen (con quien preparamos juntas las clases y materiales, aunque cada una lo hizo en cursos diferentes) fue el recorte de temas y actividades a realizar. En varias oportunidades Graciela nos comentó sobre este punto, haciendo hincapié en que era mejor profundizar en pocos temas que dar muchos temas pero superficialmente. Durante las 4 clases trabajamos sobre este aspecto del recorte de temas, siempre con el aporte de Graciela para lograrlo.

 

Para la primera clase decidimos empezar con un concepto central del trimestre: el concepto de comunicación externa. A partir de esta definición se entrelazaban conjuntamente los demás temas que planificamos. Para dar el concepto recurrimos a un material básico, un afiche con el concepto que los chicos copiaron en su carpeta, a continuación del tema visto con el Prof. Varela. Luego de esta tarea, dividí el curso en grupos de 4 o 5 personas y les entregué diversos casos para que leyeran y luego respondieran una pregunta. La idea era introducir el tema de la identidad y la imagen corporativa a partir de la propia experiencia, ya que, según evaluamos, consideramos que se sentirían más identificados con esta modalidad. Los casos entregados eran sobre la misma escuela, el club Godoy Cruz Antonio Tomba (pensado más para los varones aunque finalmente le tocó a un grupo de chicas) y sobre Greenpeace.  Luego de que los chicos leyeran el texto  y respondieran la pregunta ubicada al pie del caso, entregué a cada grupo los casos de los otros chicos, para que estuvieran al tanto de lo que hablaran los demás. Como mencioné más arriba, faltaron más de 6 personas ese día, por lo que el curso estuvo un tanto apagado y no demasiado participativo, no sé si por el horario, si era porque tenían vergüenza de hablarme o porque no les interesaba demasiado el tema.  No obstante los aportes de cada grupo en relación al tema que les había tocado fue muy interesante y hubo algo particular para destacar: a las chicas que les tocó sobre el club Antonio Tomba propusieron ideas muy valiosas para “mejorar” la imagen del equipo, pero les valió de muchas críticas por parte de los varones, lo que denota la postura, incluso en la escuela, acerca de que sobre algunos temas sólo saben los “hombres”. Ante esta situación, también llamó la atención que chicas de otros grupos no defendieran a sus compañeras, aunque sólo fuera por el género. Luego de este intercambio de ideas, procedí a darles los conceptos de identidad e imagen corporativa, que los alumnos tenían en la fotocopia después del caso.

 

En la última parte de la clase vimos un tema más entretenido: identidad visual. Para iniciar el tema realizamos un juego de adivinanzas en el que a través de una estructura de cartulina pegada en el pizarrón, iba sacando de a poco algunas marcas muy conocidas y que los chicos debían adivinar. Cada una de las marcas fueron adivinadas por motivos diferentes: colores, formas, tipo de letras, etc. lo que me permitió perfectamente dar pie a los distintos componentes de la identidad visual: nombre, logotipo, isotipo, slogan y gama cromática. Para conceptualizar este tema le entregue a los chicos una fotocopia con cada uno de los conceptos, más 3 marcas que adivinaron en el juego y para el que debieron completar sus elementos correspondientes. Este documento me lo llevé a casa para asegurarme que hubieran completado correctamente los componentes.

 

Para la segunda semana inicié la clase con una actividad sobre gama cromática que había quedado pendiente de la clase anterior. La tarea consistía en un juego en el que los chicos, divididos en grupos, recibían marcas (en su mayoría muy conocidas) en blanco y negro, y debían pintarles los colores originales. Para pintar les entregué fibras y colores de todo tipo,  manera tal que pudieran pintar las marcas que les tocaran. Los chicos se prendieron muchísimo, se peleaban por las marcas, discutían, ¡hasta gritaban para hacerlo!, etc. El premio era positivo para quien utilizara los colores correctos aunque no su ubicación, y 10 para quien hiciera bien las dos cosas (ubicación y colores). Luego de 20 minutos, hicimos la puesta en común en la que mostré las marcas en sus colores originales. Cuando lo hice, los chicos se rieron mucho de los errores cometidos, especialmente de marcas que muy conocidas (por ej. para la marca de Pepsi ubicaron los colores azul y rojo al revés. A Maricarmen le ocurrió exactamente lo mismo en su curso).

 

En la segunda parte de la clase iniciamos un nuevo tema, la historia de la publicidad en Argentina. Este tema decidimos darlo a través del cañón multimedia, con una presentación en Power Point compuesta de textos, música, imágenes y videos. A lo largo de la proyección de la presentación los chicos debían completar una guía de actividades sobre algunos aspectos importantes de la proyección. Al final de la proyección hicimos la puesta en común de lo que habían completado. Debo decir que los chicos prestaron atención a cada cosa que dije, supieron contextualizar los acontecimientos, se rieron antes las publicidades “antiguas” y recordaron otras de su niñez, lo que me permite pensar que les gustó el tema y la manera en que fue abordado.

 

La tercera clase abordó el tema de la historia de la publicidad en el mundo, para la que elegimos un video un tanto antiguo, pero muy efectivo, realizado por la Televisión de España. El capítulo pertenece al programa Saber Saber y realiza un recorrido histórico desde de los primeros textos publicitarios hasta la era del consumo en la actualidad. Para la proyección del video utilicé la misma modalidad de complementarla con una guía de actividades, pero que no debían completar durante el video, sino posteriormente, puesto que el objetivo era trabajar desde el análisis y el perfil crítico las temáticas planteadas por el capítulo. Con esta actividad cerré la clase, con la consigna de hacer un par de puntos de la guía en casa.

 

En la última clase retomé la guía de la anterior clase y en forma oral repasamos los puntos que había encargado para la casa. Nuevamente, al faltar varios chicos entre clase y clase, algunos no tenían la guía, otros no sabían que había que hacer, otros traían la anterior guía, etc. lo que complicaba un tanto el avance del tema. Finalizado este punto, comenzamos el último tema de las prácticas, soportes publicitarios. Para el inicio del tema partí desde el concepto en el pizarrón y un enorme afiche con todos los soportes publicitarios utilizados hasta el momento. Los alumnos acompañaron la explicación con un juego completo de fotocopias sobre los soportes. La parte práctica del tema fue, a mi parecer, ¡una de las mejores clases de la práctica y otras que he tenido! La idea consistió en repartirle un caso a cada uno de los grupos conformados, en el que debían vender un producto X, a partir de los diversos soportes. El producto era una esponja, que entregué a cada grupo para que pudieran observarla, tocarla, palparla, etc. Según el soporte que les tocó a cada uno (TV, radio, diarios, promoción en punto de venta) llevé elementos que les sirvieran para la elaboración del producto. Así fue que les entregué delantales, bowls, detergente, papel, colores, imágenes, etc. Los chicos realizaron excelentes trabajos en tiempo récord, y no tuvieron vergüenza de ponerse el delantal (especialmente los varones) e improvisar los textos para cada soporte.  Realmente me gustó mucho la forma de apropiación del contenido porque los chicos estaban muy al tanto de los diversos soportes, y yo colaboré en la construcción de lo conceptual, pues en su vida cotidiana encuentran mucho de ello.

 

El equipo de trabajo en las prácticas

 

Para el caso de las prácticas en Polimodal me fue asignado como tutor el Prof. Gustavo Gálvez, a quien conocía de vista durante el cursado del profesorado. Durante su observación en las últimas tres clases (porque en la primera no pudo ir y estuvo en su lugar  Graciela), debo decir que estuve muy cómoda porque pude trabajar tranquila, aunque a veces la seriedad de Gustavo me hacía pensar que estaba haciendo ¡todo mal! Sin embargo, en la devolución al finalizar, sus aportes fueron muy constructivos. Además, debo agradecer la ayuda del Prof. Parola, quien colaboró con el armado del cañón multimedia, en aplacar los ánimos de los chicos cuando estaban alterados, etc. y que siempre apoyó todo el material y los contenidos de la manera en que los trabajé, sin ponerme nunca ningún tipo de barrera para con la clase.



[1] Cita extraída de libro de Francesco Tonucci, pedagogo italiano.   

 

MEMORIAS SOBRE MIS PRÁCTICAS DE RESIDENCIA EN EGB3

MEMORIAS SOBRE MIS PRÁCTICAS DE RESIDENCIA EN EGB3

 

ALUMNA: Mariela Elisa Saile

ESCUELA: 4-128 Adolfo Pérez Esquivel

CURSO DE RESIDENCIA: 9° 2º turno tarde

ESPACIO CURRICULAR: Educación artística: Comunicación Social

PROFESORA A CARGO: Prof. Mariela Saile

TUTOR: Prof. Graciela Mercado

 

Introducción

"Los chicos tienen que llegar a la escuela con los bolsillos llenos, no vacíos, y sacar sus conocimientos para trabajarlos en el aula. (...) El trabajo empieza dando la palabra a los niños”.[1]

 

Inicio mis memorias citando a Francesco Tonucci porque hace un poco más de tres años él se convirtió en el pilar de mi tesis de Licenciatura en Comunicación Social. Lo retomo hoy nuevamente porque aún son constructivos sus aportes para mi tarea docente, que estoy llevando a cabo en estos días y que justamente en aquella época no pensaba realizar.

 

Admito que mis memorias tienen un fuerte contenido obtenido desde el recuerdo más que de la objetivación. En la puesta en comparación de ambas aproximaciones prevaleció la construcción desde la memoria, desde la experiencia, desde el efecto residual, de lo que me dejaron las prácticas una vez finalizadas. Además quiero darle el lugar a la memoria porque he trabajado durante muchas semanas en la construcción de los portafolios, que dan cuenta de mi tarea de objetivación de cada uno de los materiales empleados en clase y las estrategias de enseñanza de los temas planificados. Al traer sobre estas líneas lo sucedido durante la intervención, no hay más que “asomarse” en el enorme portafolio para poder encontrar cada uno de los documentos trabajados.

 

¡Acerca de la escuela elegida y su curso!

 

 El punto de partida para construir mi memoria es el proceso de elección de la escuela y el aula para mis prácticas de residencia. En un primer momento mi elección estuvo un tanto condicionada por los horarios disponibles de los profesores tutores, ya que en un principio tenía en mente realizarlas en otro colegio (que fue donde inicié mi tarea docente). Ante la imposibilidad de poder hacerlas allí, tenía como segunda opción la escuela 4-128 Adolfo Pérez Esquivel, institución céntrica, de pocos alumnos, y en dónde tenía un hermoso curso para trabajar esta instancia. Sin embargo algo me frenaba y eso se debía a un episodio que debí enfrentar a nivel institucional porque haber “desaprobado” a muchos alumnos en el primer trimestre. Durante un tiempo, relativamente largo, recibí constantes visitas del departamento psicopedagógico para evaluar mis clases, mis temas, las formas de darlos, etc. Así las cosas, temía un NO rotundo o muchas barreras para poder iniciar mis prácticas en el establecimiento. Felizmente, la directora, Olga Kotik y la Regente aprobaron sin problemas la realización de mis prácticas en el lugar y me dijeron que “la escuela recibe siempre a los practicantes, muchos estudiantes las han hecho en esta escuela”. A partir de allí el panorama cambió, también aceptaron a mi pareja pedagógica (Maria del Carmen Villalba, de ahora en adelante Maricarmen) y coordinaron todos mis horarios para poder realizar las observaciones previas, tanto mías como de mi compañera. Sinceramente puedo decir que no tuve ningún inconveniente durante las semanas de prácticas y sentí una gran comodidad durante su realización en ambos cursos (EGB3 y Polimodal). Por otra parte, la escuela ofrecía todas las condiciones para realizarlas: las aulas eran amplias y con espacio para trabajar, había tecnología para poder utilizar ese recurso en clase, la escuela era  céntrica (ubicada en calle San Juan al 451 de ciudad) y lo más importante, los chicos se “prendieron” en ayudarme en mis prácticas... ¡PORTÁNDOSE BIEN!

 

Mis silenciosos alumnos del 9° 2°

 

Como se puede evidenciar en el primer apartado, realicé mis prácticas en un curso que tomé a principio de año en cargo suplente. Teniendo experiencia con los alumnos en su rendimiento y conducta (y a pesar de que en principio no pensé en hacerlas allí), desde el momento en que les comenté sobre la tarea que debía realizar, en la que me convertía en alumna como ellos, los chicos colaboraron un 100% durante el mes completo. En primer lugar indagaron durante varias semanas que quería decir eso de “hacer las prácticas con ellos en el curso”. Entre otras cosas me preguntaban que si yo era profesora porque me tomaban examen; quién iba a venir a evaluarme; sobre mi compañera; si lo que iba a hacer tenía relación con una grabación que había hecho meses antes, (aclaro que antes de las vacaciones hice un registro denso de esta clase justamente para la materia de Didáctica  y Curriculum. En aquella oportunidad los chicos hicieron completo silencio para que se “grabara” bien la clase); qué pasaba si desaprobaba, etc. Con este panorama, ya más tranquila inicié el camino de la residencia…

 

La observación de clases: ¡¡¡los chicos se portaron re mal!!!!

 

Justamente, por ser docente del curso tuve que hacer la observación de clases en otro espacio curricular diferente del mío. Elegí observar la clase de Ciencias Naturales, a cargo de la Prof. Gabriela Vargas, con quien me hice cercana en los recreos, ya que, como mencioné en la observación institucional, los docentes más antiguos son un tanto cerrados a los nuevos integrantes y no sentí la confianza necesaria para de pedirles alguna de sus horas para la observación. Además, las horas de Ciencias Naturales estaban justamente antes de las mías, lo que me facilitaba por un lado la coordinación de los horarios, y por el otro me permitía evaluar en qué condiciones estaban mis alumnos antes de mi hora con ellos. La Prof. Vargas aceptó sin ningún tipo de reparo que observara su clase, lo que por supuesto…facilitó mi tarea.

 

La observación de clase se produjo el 14 de septiembre, dos semanas antes del inicio de las prácticas. La clase en sí fue muy interesante, la temática versaba sobre los cromosomas, los genes, y los alelos, que son las características físicas de las personas que determinan los genes una vez producida la fecundación, entre otras cosas. La primera parte del módulo estuvo destinada a que los chicos terminaran un práctico que venían realizando desde hacía un par de semanas, y en la segunda parte se llevó a cabo la revisión del mismo. Como dije, el desarrollo  de contenidos de la clase fue muy interesante, la profesora utilizó todo el pizarrón para graficar y ejemplificar el tema, mientras los chicos se valían de las fotocopias y los libros para completar las consignas. Sin embargo, si analizo la conducta de varios de los alumnos (y por momentos de todos ellos), noté amplias diferencias con su manera de comportarse conmigo en clase, pues, salvando las diferencias de los temas que damos cada una (sólo coincidimos en la transmisión de las señales de un emisor a un receptor), los chicos estaban muy bulliciosos e inquietos, todos de pies, hablando fuerte, etc. lo que impedía el normal desarrollo del tema; además de estar pendientes de lo que yo anotaba o no, y de dirigirse a mí para preguntarme sobre cosas de ¡mi materia! Esta situación me llevó a preguntarme si era yo muy estricta con ellos, si me tenían miedo, o si simplemente les gustaba el espacio curricular.

 

La preparación de la primera clase: la elección de los contenidos a dar

 

Fue un tanto complicado decidir que dar en la primera clase y subsiguientes. En realidad el problema venía estaba desde hacía un tiempo, porque con mi compañera deseábamos empezar la práctica lo antes posible, pero había varios inconvenientes que lo impedían: por un lado porque para septiembre estaba terminando el segundo trimestre y era imposible empezar durante las clases de repaso y evaluación; en segundo lugar porque al ser la clase los días lunes, en el calendario había dos fechas sin actividad: el 21 de septiembre y el 12 de octubre. El tema de los feriados caídos en lunes, más la gripe A afectó en demasía el dictado normal de las clases, atrasó la planificación general y por ende debimos hacer un enorme esfuerzo para la planificación de los temas, que quedaran acordes con los que se venían dando hasta el momento, y que luego de las prácticas me permitiera cerrar el trimestre de la mejor manera posible.

 

Dadas estas condiciones decidimos empezar por un tema que no había dado en el primer eje (aunque si lo había planificado): las características de los medios masivos de comunicación y una actividad de integración del tema. Además planificamos la realización de un repaso de dos temas del primer trimestre: esquema alternativo de comunicación y tipos de comunicación. Ambos temas eran necesarios para enlazar estas características y para luego relacionarlo con el diario (el tema más fuerte de la práctica). Para la realización de la primera clase, decidimos trabajar con materiales de muchos colores y texturas (goma eva, cartulinas, afiches, etc.), lo que me valió el título de ¡“maestra jardinera” para Graciela!

 

El repaso del esquema alternativo de comunicación y los tipos de comunicación lo hicimos a través de piezas de goma eva, que pegábamos y despegábamos según fuera necesarios. Esta explicación fue oral, pero los chicos la copiaron en su carpeta a modo de introducción para las dar las características de los medios masivos. Cada una de las características de los medios masivos las acompañamos con imágenes que las graficaran, de modo tal que los chicos registraran el suceso a través de lo verbal y visual, esto último a lo que están más que acostumbrados. Por último preparamos una guía de actividades para las tres clases, pero que decidimos entregar en forma completa en la primera clase, sabiendo que los chicos la recibirían de buena manera, en primer lugar porque era “gratis”, en segundo lugar porque debían cuidarla hasta la finalización de la práctica. El aporte de nuestra tutora Graciela Mercado fue muy significativo ya que nos brindó ideas para dar la actividad de las características de los medios masivos para lograr que los chicos participaran de la mejor manera, y que se pudiera dar un cierre claro del tema, pues sería la única vez que lo verían.

 

La primera clase: la doy yo primero, ¡por si acaso!

 

Decidir quién daría la primera clase de las prácticas también fue un tema que discutimos conjuntamente con Maricarmen y Graciela. Primero decidimos que empezaría Maricarmen, luego yo y la última sería entre las dos. Después de la observación de clases de Maricarmen, decidimos que sería primera, ella segunda y la tercera entre ambas. Finalmente, luego de analizar los contenidos y su orden de importancia, decidimos que yo daría la primera clase (para que mi compañera tuviera oportunidad de verlos y analizarlos con mayor detenimiento), la segunda la daríamos entre las dos (porque estaba planificado el tema más teórico y por lo tanto extenso), y la tercera Maricarmen, en el cierre. 

 

La primera clase fue muy positiva en lo referido a los contenidos y la conducta. Los chicos, cómo expresaba Graciela, “fueron unos santos”, ya que estuvieron en silencio desde nuestra llegada, se callaban entre ellos, pero llegado un punto, era tal el silencio…¡¡que casi no participaban!! Por lo tanto, si bien pude dar todo lo planificado para la clase, hablé demasiado y respondí todo ¡yo!, aunque los chicos me escucharon atentamente y copiaron todo tal cual indiqué. Sin embargo, para la actividad final sobre la sopa de medios, los chicos hicieron participaron activamente y ordenadamente pasaron al pizarrón a completar la consigna para poder hacer la puesta en común.

 

Quiero destacar en este punto a un alumno en particular Pablo Marinozzi, quien durante las tres clases aprendió y aportó de manera maravillosa a la clase. En los tres módulos de práctica, Pablo interiorizó y comprendió de tal manera los conceptos que respondía acertadamente cada una de las preguntas y consignas, sobre hechos históricos, etc. Este aporte permitió en gran medida el avance de la clase, y evitó los tan molestos silencios” o “cric-cric” entre pregunta y pregunta que realizábamos al resto del grupo.

 

La segunda clase, que dimos conjuntamente con Maricarmen,  trató, por un lado, sobre la historia de los medios gráficos en el mundo, Argentina  y Mendoza. Para la contextualización utilizamos diversas líneas de tiempo, en colores y con los hechos más sobresalientes de cada época. Los chicos, a su vez, tenían en sus bancos dos documentos de la historia de los medios gráficos que iban leyendo a medida que se producía la explicación. Por otro lado, explicamos el esquema de comunicación mediática,  un tema bastante abstracto y que surgía como profundización del esquema alternativo de la comunicación. Para darlo decidimos utilizar cartulinas con cada fase, y para la práctica realizamos una actividad que denominamos “rompecabezas mediático”, para el que recurrimos a un amigo diseñador que se tomó el trabajo de redibujar las partes, luego las imprimimos y plastificamos. Realizamos seis juegos de rompecabezas: cada una de las partes representaba un momento de  las fases del esquema (producción, circulación y consumo) y ellos debían ordenar el proceso cronológicamente. Nos pareció la forma más didáctica para que los chicos comprendieran el tema que era bastante abstracto. A los chicos les encanto la actividad, más aún cuando lo planteamos como una competencia para sacarse un 10: ese incentivo agilizó muchísimo la tarea.

 

En la última clase, dada por Maricarmen, planificamos trabajar íntegramente con las características de los diarios impresos. Para ello, escogimos 12 diarios locales y nacionales y utilizamos la última parte de la guía de actividades, que consistía en la comparación de las tapas de los diarios  de un mismo día. Con esta actividad los chicos pudieron trabajar cara a cara con diarios que en la mayoría de los casos no conocían de cerca, a los sumo sólo de nombre; tuvieron oportunidad de abrirlos, leer lo que más les interesaba, romperlos un poco (¡eso pasó!), etc. pero con la satisfacción de poder hacer la comparación solicitada.

 

En general, las tres clases las dimos tranquilamente, sin grandes imprevistos, no nos sobró ni faltó tiempo, sólo en la última clase faltó una actividad de comparación de diarios con revistas, que por supuesto retomé, ya sola,  luego de las prácticas. En cuanto  a los materiales utilizados, fueron muy provechosos. Después de las prácticas los utilice satisfactoriamente en otras clases y con otros alumnos, lo que dio cuenta de que fue una buena propuesta y que ¡valió la pena tanto esfuerzo!

 

A modo de cierre quiero decir que la modalidad de nuestra propuesta de trabajo para toda la residencia fue la de trabajar un 50% en la parte teórico – expositiva y otro 50% trabajar la parte práctica, con el objetivo de afianzar los contenidos a partir de la manipulación de los materiales y su particular punto de vista.

 

Con nuestra tutora, por muchas semanas

 

Graciela Mercado fue nuestra tutora para las prácticas de residencia de EGB3, y también tutora de Maricarmen en sus prácticas de Polimodal. No obstante, observó también mi primera clase de polimodal (que luego continuó Gustavo Gálvez), por lo que pasamos mucho tiempo juntas. En todo este proceso, que duró más de un mes, pudimos consultar hasta el hartazgo a Graciela, fuimos pieza fija todos los miércoles, prácticamente una ¡pesadilla!, pero pudimos salvar todas nuestras dudas, aunque a medida que pasaba cada clase íbamos ganando confianza en la propuesta de trabajo y de materiales, lo que a su vez facilitaba la tarea de Graciela. Nuestra comunicación a lo largo de todas las prácticas fue tanto vía mail, mensajes de texto, llamadas y como en persona durante la clase de consulta.  Esta última modalidad fue la más productiva, ya que pudimos revisar todo el material y manejarnos perfectamente con los tiempos de cada clase, lo que nos permitió darlas sin contratiempos. En cuanto a las devoluciones, nunca fue una instancia definida y formal, en realidad revisamos en la consulta y resolvíamos todo en ese momento, por lo que me atrevo a pensar, que quizá ¡no estaba todo tan mal!

 

A modo de cierre: mi pareja pedagógica

 

En este apartado quiero mencionar, aunque no lo pide, el trabajo con mi pareja pedagógica, pues toda la tarea se facilitó para ambas residencias. Con Maricarmen nos conocemos desde fines del 2000, así que podrán imaginar que nos conocemos 100% la forma de hacer ¡TODO! Desde el ingreso  a la facultad, durante el cursado, el trabajo de tesis y actualmente en el ámbito laboral hemos trabajado juntas; damos clases en el mismo colegio; compartimos las experiencias de clases y los materiales; nos damos ideas la una a la otra cuando nos va mal en alguna clase; estamos acostumbradas a dar exposiciones juntas, y un largo etcétera, por lo que realmente nos entendimos perfectamente en las tres clases, y no hubo discusión alguna en ninguna de los temas planificados. Es más, no necesitamos ni siquiera ensayar lo que cada una iba a decir, pues ya conocemos nuestros silencios y nos respetamos en cada intervención aportada en el curso. De más está decir que agradezco haber tenido esta experiencia con ella, pues nos dimos la oportunidad de vernos y aprender la una de la otra, de corregirnos, de felicitarnos, y ¡muchas cosas más!

 



[1] Cita extraída de libros de Francesco Tonucci, pedagogo italiano.   

 

LAS FRONTERAS EN EL CAMPO DE LO SOCIAL: ¿UNA ILUSIÓN ÓPTICA?

LAS FRONTERAS EN EL CAMPO DE LO SOCIAL: ¿UNA ILUSIÓN ÓPTICA?

Por Mariela Saile

Resulta un tanto difícil especificar una forma u objeto que represente inequívocamente al conjunto de las ciencias sociales, entre ellas Comunicación Social. Partiendo justamente de la base de que no son ciencias exactas (como matemáticas, física, y otras), y de que hasta aún hoy algunos sostienen que las ciencias sociales no son ciencias, me atrevo a pensar en nuestras disciplinas  como un juego de imágenes como las que presento en este artículo y en el referido a la educación:  si se las observa atentamente, en forma muy misteriosa aparecen nuevas imágenes, sombras, rostros y objetos de toda índole. Ahora bien, si se pone a un grupo completo a observar este conjunto de imágenes, resultará que no todos ven los mismos objetos, algunos ven más cosas, otros menos, otros, simplemente ninguna, y hay quienes hasta pueden contar una historia completa sobre la imagen vista, como si debajo de ella también se ocultara en forma enigmática un texto secreto.

Esta situación tan curiosa, llamada ilusión óptica, puede también aplicarse al ámbito de las ciencias sociales, dónde, frente a la realidad cotidiana, hay tantos puntos de vista desde los cuales analizarla; dónde el conjunto de elementos que conforman el todo, el nudo social, se configuran de tal manera, que algunos dan una determinada interpretación a los fenómenos, y otros otorgan una significación completamente opuesta. Es decir que, ante esa realidad, algunos ven situaciones (objetos, sombras, etc. de las ilusiones ópticas mencionadas) que otros no ven, y así sucesivamente se da un proceso que se reproduce constantemente. Es allí donde encuentra lugar la multiplicidad de significados con la que se trabaja en el ámbito de las ciencias sociales, la polisemia de la imagen es, en este caso, la polisemia de la ciencias sociales, lo que impide establecer fronteras firmes, muros infranqueables entre una y otra disciplina social.Desde el punto de vista profesional, puedo decir que al momento de analizar una posible labor en materia comunicacional, en la superficie de la problemática se encuentran aspectos íntimamente relacionados con la sociología y porqué no, la política, y son aspectos insoslayables que debo tener en cuenta al momento de ofrecer soluciones en mi materia.

Sin embargo, aunque estas fronteras se dibujen y desdibujen constantemente en la praxis social, existen ciertos parámetros que permiten trabajar en una ciencia u otra. A ello lo denomino el ángulo desde el cual se analiza el objeto de estudio, y paradójicamente utilizo una palabra proveniente de la geometría. Este ángulo o punto de vista es el que configura el trabajo de cada campo disciplinar: la indagación, la hipótesis,  la investigación y la resolución de problemas. Si tuviera que proponer una figura que ejemplifique estas fronteras podría pensar en aquellas figuritas de los niños (especies de pequeños hologramas), que tienen varias imágenes secuenciadas en una misma y que según el movimiento de la misma (o sea el punto de vista desde el que se mire) muestra imágenes diferentes para interpretar.

Ahora bien, en algunas oportunidades se intenta establecer ciertas barreras epistemológicas para “encerrar” a cada en disciplina en compartimentos estancos y aislados. Considero que no podemos analizar lo social desde un sólo espacio o territorio, pero aun así se establecen ciertos “mapas”, “modelos”, “estructuras” que intentan abarcar exhaustivamente ciertos aspectos del conjunto social y convertirlos en modelos de acción. Esta perspectiva es evidente particularmente en el campo de la enseñanza, donde se postulan y llevan a la práctica recetas mágicas de modelos de educación y formación sin tomar en cuenta la idiosincrasia del país donde intenta aplicarse, pretendiendo traspolar un modelo a kilómetros de distancia, como si se tratara la educación de un líquido con el que se rellena un recipiente vacío e impersonal (nuestros niños) y que, no habiendo posibilidad de error, todo funcionará perfectamente según lo planificado. Esta situación repercute negativamente en todos los aspectos del ámbito educativo, no sólo porque el modelo es inaplicable, sino también porque en aquellos casos en que se proponen sugerencias a nivel metodológico o
de evaluación tampoco se permiten insertar variantes a lo dado.

Finalmente, si analizamos las relaciones de aquello que está en el plano de la teoría | formalización y aquello que está en el terreno de la praxis | interacción | dinámica social, puedo decir que, siguiendo la propuesta de Teoría de la comunicación II de la carrera de comunicación social, no se trata de una simple aplicación de la teoría en la práctica, sino de una articulación conjunta entre ambos aspectos, pues el termino articulación hace indisoluble la relación entre ellos, una relación bidireccional, pues no solo la teoría determina la práctica, sino que es la misma dinámica social la que configura marcos teóricos o nuevas teorías.

En este sentido, incluso cuando consideramos (o creemos)  que en la dinámica social que trabajamos sin ningún fundamento teórico, no es así,  y por lo mismo, las formalizaciones, especulaciones y teorizaciones provienen del campo de la práctica.

Comunicar la enseñanza

por Federico Moyano

La ciencias de la educación y las ciencias sociales poseen campos delimitados debido a que sus objetos de estudio y sus prácticas son bien distintas. En particular, la educación implica un proceso en el que una persona transmite a otra conocimientos, herramientas, valores, etc, que luego aprehendidos le servirán para su desarrollo. En tanto, la comunicación no es la mera utilización de recursos tecnológicos ni aparece bajo la forma tradicional de emisor – mensaje – receptor, sino que se presenta cuando dos o más seres intercambian y comparten experiencias, conocimientos. Sin embargo, es probable que ambas se nutran mutuamente.

La comunicación se considera como fundamental de toda la formación de las personas, ya que sólo interactuando con la educación es que se puede superar la concepción de educación bancaria. Asimismo, se puede observar que la comunicación y la educación comparten una gran cantidad de significados y valores. Entonces, la labor desde nuestro ámbito es establecer los puentes necesarios para un correcto aprovechamiento de los mismos.

El profesional de Ciencias Sociales es alguien que posee conocimientos probados acerca de su disciplina y su trabajo, pero hay una gran distancia cuando éste quiere volcar su experiencia y conocimientos hacia los demás. No se puede realizar un traspaso de conocimientos sin tener las herramientas y los métodos para hacerlo. Para ello es necesario que exista una interacción que permita aplicar sus conocimientos en los contenidos educativos.

Por otra parte, el constante avance de las tecnologías y las diferentes formas de interactuar que han ido prosperando a lo largo de los años, ha modificado el tipo de relación entre las personas. Por ello, creo que es necesaria la presencia de la educación en la formación de todo profesional que desee ejercer la docencia y compartir sus experiencias.

A partir de lo cursado en el profesorado, podemos nombrar algunos aportes brindados por las cátedras como por ejemplo: la comprensión de los procesos psicológicos que se hacen visibles en la formación de los adolescentes y jóvenes; las normas y leyes que rigen el sistema educativo, las que se dan en el marco de un proceso histórico; la relación del profesor con el alumno, las diferentes miradas de la institución, las herramientas y las estrategias con que cuenta un profesor para que el alumno logre aprehender de la mejor manera lo que vivencia en el aula.

SOBRE LOS APORTES DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN AL PROFESIONAL DE LA COMUNICACIÓN

SOBRE LOS APORTES DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN AL PROFESIONAL DE LA COMUNICACIÓN

Por Lic. Mariela Saile

Entender las contribuciones de la enseñanza de “comunicación” en el ámbito educativo puede ayudarnos a descubrir cuál es la importancia de los aportes de las Ciencias de la Educación al profesional de la comunicación. Esto es así porque creemos firmemente que las Ciencias Sociales y Humanísticas se enriquecen mutuamente, se nutren unas a otras y por ello, los límites de las incumbencias de cada disciplina desdibujan al momento de estar frente a la clase. Creemos que las herramientas pedagógicas son transversales a los campos de enseñanza de cada espacio curricular. Es decir que el profesional universitario debe tomar herramientas (tanto teóricas como prácticas) de las Ciencias de la Educación que lo ayuden a desglosar los conocimientos de su campo de estudio para que pueda llegar a sus alumnos, para conocer al alumno en sí, que es un sujeto particular, maravilloso en su particularidad. Estas herramientas se constituyen como la columna vertebral que sostiene los conocimientos a enseñarse y las estrategias para que los alumnos comprendan y logren la aprehensión de
conocimientos.

Los aportes de las Ciencias de la Educación al egresado universitario de nuestra facultad son fundamentales porque es necesario aclarar que el ámbito profesional no es igual al ámbito educativo, porque nuestros “clientes” en el ámbito profesional no son iguales, en ninguna característica a nuestros “alumnos” en la escuela; porque desde el ámbito profesional buscamos aportar y enriquecer el conjunto social del que formamos parte, en cambio en la escuela buscamos estirar nuestro brazo del conocimiento para que los alumnos lo tomen y se enriquezcan personalmente con ese conocimiento.

Podemos dividir, quizá arbitrariamente, el campo de la comunicación en dos grandes categorías: una referida al trabajo en y sobre los medios de comunicación, y la otra referida a la comunicación en las instituciones. La primera categoría  está enfocada en el análisis de los medios de comunicación, el compromiso del comunicador en la transmisión de la verdad, la ética periodística, en crear o coadyuvar a desarrollar un pensamiento “crítico” ante la realidad mostrada en los medios de comunicación; en conocer los usos de los medios y sus implicancias en la construcción de las representaciones sociales. En la segunda categoría la labor del comunicador está enfocada en la optimización de los usos de las herramientas de comunicación presentes en el lugar, en la colaboración para alcanzar parámetros saludables de “comunicación”, entendida ésta como relación, y  no sólo “traspaso de información”.

Ahora bien, estos aportes de los comunicadores sociales en el campo de trabajo no pueden ser “traspasados” puramente al ámbito de la educación; los mismos deben ser “mediados” por el docente y para ello se sirve de las herramientas intelectuales provenientes de las  Ciencias de la Educación. El egresado universitario de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales necesita formación en herramientas pedagógicas para el dictado de su espacio curricular en el sistema educativo provincial, ya que, como dijimos anteriormente, posee la experticia propia de su campo de formación, en cuanto a conocimientos y estrategias, pero adolece de los instrumentos que le permitan mediar esos conocimientos en el aula.

Entre los aportes de las cátedras del ciclo profesorado a la formación docente del comunicador podemos contar los del: conocimiento y comprensión del bagaje psicológico de los adolescentes y adultos que forman parte de las aulas; por otra parte sitúa al futuro docente en las estructuras del sistema educativo y las instituciones educativas, su normativa, sus formas de trabajo, la aplicabilidad de sus planes de estudio, etc.; por último ubica al docente frente al aula a partir de la formación teórica y práctica en estrategias de enseñanza y aprendizaje y de la didáctica disciplinar, las cuales intentan resolver, no taxativamente, qué enseñar en cada año, cómo hacerlo y cuáles son los logros que deben acreditar los alumnos al terminar el cursado.

            Para responder a los interrogantes planteados para la realización de este artículo, afirmamos que cada disciplina tiene un territorio específico de trabajo, algunas veces perfectamente delimitado, otras veces no tanto, pero cuando se trata de la enseñanza en el ámbito educativo las barreras se rompen para dar lugar a un conocimiento heurístico, favoreciendo la formación integral y no en compartimentos estancos. Este tipo de formación se puede alcanzar porque existen instrumentos pedagógicos que permiten su integración.

 

La vida desde nuestra óptica

¿Ser zurdo es un problema?

Historia de rechazados...

El nombre que identifica a nuestro blog hace alusión a nuestra condición especial, problemática, genial y poética.

El azar quiso que nos reuniéramos en una clase de informática y a partir de allí nos percatamos de hemos vivido comunes experiencias en la Facultad al resultar que somos zurdos.

Somos los licenciados en comunicación social Federico Moyano y Mariela Saile, estudiantes de segundo año del profesorado de Comunicación Social y les damos la bienvenda a nuestro espacio y reflexión en este camino denominado CICLO DE PROFESORADO.

Estamos en contacto, con los próximos avances en la materia. Bienvenidos!